Historia genérica de Coria y Sevilla en
el Siglo XIX
Sevilla y su área en al cual se puede inscribir Coria había alcanzado su máximo apogeo económico y cultural en el S. XVI, cuando disfrutaba el monopolio de ser el puerto que manejaba todo el comercio hacía América. Las malas condiciones de navegabilidad del río y del acceso por la barra de Sánlucar habían hecho que el puerto de Sevilla declinase en el siglo XVIII a favor de Cádiz. Este "ocaso" de la ciudad de Sevilla trajo decadencia y crisis también a Coria que se estanca, así comienza el s. XIX marcado por la guerra de la Independencia y avanza también con las consecuencias de desgaste de las Guerras Carlistas que aunque se dirimen lejos de nuestra tierra, tienen repercusiones económicas negativas en todo el país.
Del
mismo modo desde 1808 se produce un largo proceso de independencia de las
colonias de Ultramar, lo que perjudicó a España en su conjunto, a Andalucía en
particular, y a Sevilla y a Coria por su vinculación comercial con América.
En
1815 se funda la Compañía del Guadalquivir, para intentar hacer navegable el
río desde Sevilla hasta Córdoba con intenciones mercantiles y de población de
zonas marismeñas que al final resultó ser un fracaso. Como consecuencia de ello
la propiedad de las Islas del Guadalquivir que tenían un gran aprovechamiento
ganadero, pasan de la propiedad del Ayuntamiento de Sevilla del que
beneficiaban los vecinos de Coria con derecho a introducción de su ganado a
manos de la citada Compañía y paso seguido a la del Marqués de Casarriera, con
lo que los derechos a ello se ven prácticamente anulados.
En
1833 se crea la provincia administrativa de Sevilla, estaba recién proclamada
Isabel II heredera del trono de España. En 1835 con la desamortización de
posesiones eclesiástica de Mendizábal se enriquecieron unos pocos mientras que
aumenta la condición de jornaleros entre los agricultores dedicados al campo.
En Coria afecta a algunas propiedades urbanas, a una finca de 170 fgs. del
Convento de monjas dominicas de Sevilla Madre de Dios y a la dehesa de la
Hermandad del Stmo. Sacramento. En esta época se producen una serie de
pronunciamientos militares que afectan a la estabilidad política de España.
En
estos años se crean las ferias ganaderas de Coria (1838) y de Sevilla (1948).
La primera decae prontamente tal vez en parte por la importancia de la primera.
En
1855 el ministro de Hacienda Pascual Madoz da comienzo a una nueva
desamortización en que se declaraban en venta todas las propiedades del Estado,
del clero secular y lo que fue más importante para un pueblo ganadero y con
pequeño término como Coria de los propios y los comunes de la villa. Igualmente
se permitía la desamortización de los censos pertenecientes a las mismas
organizaciones. Fue la que alcanzó un mayor volumen de ventas y tuvo una
importancia superior al anterior. También el gran volumen de bienes movilizados
y su prolongada duración hizo que sus repercusiones fueran muy grandes, no
cesando las ventas hasta fin de siglo, continuando a pesar de los diferentes
cambios de gobierno.
Como la división de los lotes se encomendó a una comisión municipal dominada
por la oligarquía local, esta como la de otros pueblos se aprovecharon de su
poder para hacer manipulaciones y configurar grandes lotes inasequibles a los
pequeños propietarios, pero pagables en cambio por los grandes adinerados, que
podían comprar tanto grandes lotes como pequeños. Los pequeños labradores no
pudieron entrar en las pujas y las tierras fueron compradas por ricos burgueses
sevillanos interesados en la ganadería pues Coria era tierra apropiada para
ella y tierra de paso hacia las Islas del Guadalquivir. Los pequeños
propietarios se vuelven más vulnerable, porque si le venían mal las cosechas
estaban obligaos a venderlas la tierras que pudieron adquirir. Por otra parte,
con la privatización de los bienes comunales que pertenecían al municipio
muchos campesinos corianos se vieron afectados al verse privados de unos
recursos que contribuían a su subsistencia (leña, pastos etc.)A partir de la segunda mitad del s. XIX se produce un avance industrial en Sevilla que poco repercutió sobre Coria, en particular debido a la inauguración del ferrocarril. En 1859 se abre la línea de ferrocarril que enlaza Córdoba-Sevilla y Jerez-Sevilla y se construyen las estaciones de Plaza de Armas y San Bernardo. Esta llegada del ferrocarril supuso más bien una merma para Coria pues decae aún más el comercio de mercancías efectuado a través del río. En 1868 se produce el derribo de muchas de las puertas y murallas de la ciudad de Sevilla y comienzan a instalarse algunas industrias formando un primer cinturón industrial en la ciudad (pequeñas industrias, almacenes, talleres, etc) entorno a la Ronda y a la C/ Arjona en este caso de industrias conectadas con el río. Al mismo tiempo se modernizan en Sevilla los muelles que pegan a la Plaza de toros de la Maestranza. La Arquitectura del Hierro tiene en Sevilla dos representaciones el primer puente de obra sobre el río Guadalquivir el Puente de Triana (de 1854, Inauguración del puente de Isabel II inspirado en el Puente Carrousel de París) y las Naves del Barranco como mercado mayorista de pescados.
En la imagen siguiente se ve el antiguo puente de barcas
de Triana antes de la construcción del puente de Isabel II (1854) que era
entonces la única vía de acceso terrestre a Sevilla desde Coria.
Tímidamente esta industrialización se refleja en Coria en la zona del antiguo Batán donde se ínstala una fábrica de Regaliz, y posteriormente otra Fábrica de Harinas cercano al Puerto de la Barca. La mejoras en la navegación del Guadalquivir y en el puerto de Sevilla influyen positivamente en Coria pues muchos corianos se emplean entonces en la Junta de Obras del Puerto, por otra parte propietaria de grandes espacios en las márgenes del río pero junto al casco urbano de Coria. La alfarería de raíces muy remotas en Coria experimenta también un cierto incremento, en particular los hornos de ladrillos (con un merecido prestigio en toda la Baja Andalucía) y de tejas.
Desde el punto de vista económico haremos ahora un análisis de la evolución de Coria desde el contexto del s. XVI hasta el s.XIX (recoge lo expuesto anteriormente y lo redondea).
A partir del s. XVIII y hasta mediados del
s. XIX el motor económico lo constituyó la ganadería especialmente de vacuno.
Si bien Coria fue anteriormente un nudo de transito ganadero entre ambas
orillas, sus pastos estaban en parte arrendados a ganados de la Mesta, cuando
la actividad de este tipo decae aumenta la oferta de pastos no sólo en su
término sino que se aprovecha de su condición de villa comunera y los ganaderos
corianos de vacas y caballos arriendan al ayuntamiento de Sevilla a un precio
muy beneficioso los pastos de las Islas del Guadalquivir que eran posesión de
Sevilla. Al mismo tiempo los ganaderos corianos arriendan y compran dehesas en
otros términos cercanos.
Llegamos pues así al s. XIX : entre mediados del
s. XIX al XX la actividad económica en Coria pivota hacia la agricultura, como
consecuencia de la desamortización eclesiástica y civil de tierras que son
roturadas y las tierras de propios que constituían en la práctica un sistema de
cultivo minifundista pasan a un latifundio moderno en manos de los grandes
ganaderos muchos reconvertidos en labradores. No obstante la navegación fluvial
hasta Sevilla experimenta entre 1840-1890 un repunte en el Guadalquivir como
consecuencia de la introducción de los barcos de vapor con menos calado pero
más capacidad de carga que los antiguos veleros. Este repunte beneficiaría
indirectamente a Coria y a San Juan de Aznalfarache, pues a las orillas del
Guadalquivir se instalan una serie de industrias basadas igualmente en la
máquina de vapor que precisan de puntos de desembarque de materias primas en
las orillas del río (fábricas de harina, regaliz, loza etc.). La zona
industrial de Coria sería el Batán con su muelle. Pero poco después a partir de
la implantación del ferrocarril, muchas materias primas se transportan por este
medio en detrimento del barco de vapor, con lo cual a partir de los años
1870-80 el tráfico marítimo fluvial de Coria decae drásticamente pues en esas
fechas el transporte ferroviario alcanza su apogeo con las compañías Ferrocarriles
Andaluces (Córdoba- Málaga y Sevilla- Jerez-Cádiz) y Compañía MZA
(Córdoba-Sevilla-Huelva). Es así como la industria en Sevilla se dispone en
asentamientos más volcados hacía las dos estaciones principales de tren Plaza
de Armas (industrias con transporte fluvial-ferroviario) y San Bernardo
(industrias con transporte exclusivo ferroviario), junto a los respectivos ejes
ferroviarios, quedando su puerto del Arenal en cierta medida menos conectado
con dichas dos áreas industriales.
Finaliza el s. XIX en Españacon una gran crisis
general a la qeu no es ajena Coria y Sevilla . La crisis económica
internacional de 1882 repercute en la caída de la inversión extranjera desde
comienzos de 1880 en España. La situación económica empeora notablemente en
1898 con la independencia, tras varios años de guerra, de Cuba y Filipinas,
últimas colonias de España. El “desastre” que provoca cuantiosas pérdidas
económicas y humanas.
Por otra parte el sistema político de “turnos” en el gobierno entre conservadores y progresistas no funciona. Se amplían el desfase social entre campesinos y proletarios frente a la burguesía agraria terrateniente e industrial; comienzan a surgir los primeros conflictos sociales violentos. Estos conflictos se agudizan en la sociedad andaluza como fruto del aumento de la población en función de las mejoras sanitarias y de higiene, que confronta con un acceso altamente desigual a la propiedad y los medios de subsistencia por parte de una masa de jornaleros analfabetos y desposeídos desde las Desamortizaciones habidas a mitad del s. XIX.
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