jueves, 4 de enero de 2024

40.LOS BARCOS DE VAPOR DESDE SEVILLA A SANLÚCAR PASANDO POR CORIA

 


El 14 de julio de 1817 se anunciaba el establecimiento de una línea regular de vapores entre Sevilla y Bonanza por el río Guadalquivir. El viaje inaugural se efectuaría el miércoles 16 de julio, comenzando la navegación a las seis de la mañana, estando previsto llegar a Bonanza unas nueve horas después (los barcos al uso tardaban entonces normalmente dos días e incluso 8 ó 10 días según los vientos y las mareas). El nombre del barco era “Real Fernando”, un barco de 23 metros de eslora, 6,8 de manga y poco calado, construido en unos astilleros sitos en Triana y botado el 30 de mayo de 1817.Este barco de paletas , como eran entonces todos los accionados mediante caldera de vapor, fue el primero a vapor construido en toda España. El barco partía de las proximidades de la torre del Oro y viajaba días alternos en cada sentido. 

 

El 31 de Mayo de 1817 se bota en la orilla de Triana .el barco a vapor Real Fernando más conocido como el Betis . Se destinó a hacer la línea Sevilla-Sanlúcar-Cádiz y fue el primer vapor construido en España.

A partir de la primera mitad del siglo XIX, se puso de moda trasladarse a Sanlúcar de Barrameda para la clase pudiente sevillana para veranear junto al mar. Coincide ello con los primeros barcos de vapor con paletas que hacían el  trayecto navegando por el Guadalquivir hasta Sanlúcar de Barrameda. La famosa compañía Ybarra se crea en 1860 para construir el vapor Itálica, y establecer la línea Sevilla-Bonanza. En 1870 había navieros, cono Nieto García, que ofrecían servicios casi a diario también en el invierno, entre Sevilla y Sanlúcar. Nos encontramos que de 1885 a 1900, viajaban entre Sevilla y Sanlúcar los vapores San Telmo y Victoria. El vapor Victoria era uno de los más solicitados.

 Desde finales del XIX  a los primeros decenios  del XX, existió la línea de vapores que unía Sevilla,  San Juan de Aznalfarache, Gelves, Huertas del Copero, Coria del Río y Puebla del Río servida por vapores como “Margarita”, “Bajo de Guía”, “Sanlúcar”, “Triana” y “Guadalquivir”. Casi todos esos vapores se hacían además los fines de semana el servicios de veraneantes desde Sevilla a Bajo Guía, en Sanlúcar. Aparece en la prensa que durante los meses de julio y agosto de 1914 la compañía “vapores Millán” realizaba el servicio de temporada entre Sevilla y Sanlúcar con los vapores de gran marchamo Cádiz, Mercedes, Virgen de África y José María.

En 1922 comenzó a operar el servicio de transporte de pasajeros y mercancías por el Guadalquivir, la llamada línea "Sevilla-Sanlúcar-Mar" servida por la compañía naviera de igual nombre. Esta compañía de vapores fue creada por D. Luis de Olaso y Madaria, II marqués de Olaso y duró unos diez años. Dicha compañía naviera dispuso de dos muelles propios para atraque de sus buques y atención a sus pasajeros. El primer muelle en Triana (Sevilla) junto al puente de Isabel II y el de la terminal de Sanlúcar de Barrameda con un primitivo muelle de madera en Bajo de Guía construido en 1908. Esta línea del Sr. Olaso servía para el desplazamiento regular de pasajeros y el acceso de turistas a Sanlúcar desde Sevilla, también era importante transporte del pescado desde el mar.  La compañía "Sevilla-Sanlúcar-Mar" prestaba incluso servicios fluviales urbanos, desde su muelle en Triana hasta Tablada, donde estaba el hipódromo donde se celebraban carreras de caballos en las fiestas. 


 

 

 

Barco a Vapor de la Compañía de Vapores Sevilla-Sanlúcar-Mar en el muelle de Triana donde atracaba 

La compañía del marqués de Olaso se inauguró con un primer vapor a paletas bautizado como "San Telmo", construido en 1876 en Inglaterra, donde había sido usado con diferentes nombres para varias compañías que operaban en las costas del sudoeste de Inglaterra, incluso fue usado como buque militar. Al principio este barco fue adquirido por Luis de Olaso y Madaria en 1921 para su uso como yate personal. Bautizado con el nombre de "San Telmo", en 1922 en Sevilla se convirtió en el barco comercial insignia de la Compañía de Vapores Sevilla-Sanlúcar-Mar. La bandera de esta compañía era rectangular con color de fondo azul marino, y en el centro una cruz patada en rojo. A este primer barco se unirían los vapores "Triana" "Bajo de Guía" y "Sanlúcar", todos ellos con chimeneas pintadas con los característicos colores rojo y negro. El vapor "Sanlúcar", construido expresamente para esta línea fluvial era de menor tonelaje que los otros, aunque de mayor lujo y comodidad, contando con salas de lectura y baile y restaurante. Finalmente, esta línea regular de vapores dejó de funcionar en el año 1932 debido a la pérdida de rentabilidad comercial pues cada vez tenía menos uso ya que en 1929 se estableció un servicio público de autobuses entre Sevilla y Sanlúcar. Por otra parte en mayo del año 1932 fue inaugurado el tranvía de “Tranvias de Sevilla” que unía la capital Sevilla con Puebla del Río, pasando por los pueblos de  San Juan de Aznalfarache, Gelves y Coria del Río, con lo cual la existencia del último residuo de la línea de Vapores dejó de tener sentido.

 

El recorrido desde Sevilla hasta Sanlúcar mediante el vapor se hacía en cuatro horas y media, teniendo lugar las salidas y llegadas entre las nueve de la mañana y las nueve y media de la noche. El itinerario de la que hacía de ordinario esta línea era : línea Sevilla, San Juan de Aznalfarache, Gelves, Huertas del Copero, Coria del Río, Puebla del Río y finalmente Sanlúcar. Si bien en algunos sitios no atracaban , sino que se detenían brevemente para cargar o descargar pasajeros y paquetes con un bote que los trasladaban a las orillas. Los barcos desplazaban unas 150 toneladas y contaban con todas las atenciones que un cliente pudiese demandar en aquellos años. La línea Sevilla-Sanlúcar-Mar funcionaba todo el año aunque, lógicamente, la frecuencia de salida de los vapores era mucho menor en primavera, otoño e invierno que en verano.

Estación marítima que se ha conocido como Edificio "El Faro", junto al puente de Triana, en el Altozano, donde se expendían los boletos para los vapores que iban a Sanlúcar.
 

Don Luis de Olaso y Madaria (Orduña 1880 - Buenos Aires 1947) era hijo único y heredero de un potentado terrateniente vascoargentino llamado José Rufino Olaso que fue el primer marqués de Olaso título otorgado por  el Papa Pío X . D. Luis de Olaso además de los vapores Sevilla-Sanlúcar fue propietario desde principios del siglo XX de la isla Mínima junto a la Isla Mayor (Sevilla) que tenía una extensión de de 2.300 Hectáreas. En 1910, el marqués D. Luis de Olaso, propietario de la Isla Mínima, solicitó al Ministerio de Fomento la concesión de agua para poner una parte de la Isla en riego, dejando el resto para aprovechamiento ganadero. Esto le es aprobado en marzo de 1911. El proyecto consistía en una toma de agua desde el comienzo de la Corta de los Jerónimos, un canal principal y nueve canales secundarios con ramificaciones dentro de la Isla Mínima.


Mural cerámico publicitario de la línea regular de vapores Sevilla-Sanlúcar-Mar de la Naviera del Sr. Olaso. Diversos murales iguales  estuvieron colocados en distintos puntos  próximos a los puntos de embarque entre ellos  el Paseo de Colón de Sevilla, el Altozano de Triana, la Plaza de Sagunto y el bar Mariano de Coria del Río y Bonanza en Sanlúcar.

El marqués de Olaso, dueño de de la Isla Mínima (menos 196 hectáreas que pertenecían a la Junta de Obras del Puerto), construyó a orillas del río un soberbio cortijo con su embarcadero. El cortijo consistía en un caserío con vivienda, capilla, almacén para maquinaria, cuadras, silo, abrevadero, fuente, jardines,... El resto del terreno estaba por aquel entonces destinado a la cría de vacas. Por otra parte D. Luis Olaso con el grueso de su familia en Argentina y buenos contactos financieros contribuyo a que se crease la Compañía Hispalense de la Valoración de Las Marismas S.A.-con una importante aportación de capital argentino. Esta sociedad anónima consigue por primera vez con éxito la siembra de arroz en 1929 en tierras marismeñas aunque dio más tarde suspensión de pagos.

D. Luis de Olaso en el año 1927 vendió la Isla Mínima a la compañía Isla Mayor del Guadalquivir, S.A (ISMAGSA) otro consorcio financiero (que vino a sustituir a la Compañía Hispalense) dedicado a desecar los terrenos pantanosos de las marismas para convertirlos en aptos para el cultivo. Tiene pues sentido que a su vez en el mes de noviembre de 1932 cuando la Compañía de Vapores Sevilla-Sanlúcar-Mar suspendió sus servicios fluviales, la sociedad ISMAGSA comprase al marqués de Olaso la Isla Mínima. A principios de los años 1940 la Isla Mínima fue comprada en sociedad por D. José Escobar Barrilaro y D. Rafael Beca Mateos, quienes fundaron en ella junto al cortijo el Poblado de San Lorenzo del Guadalquivir destinados a trabajadores del arroz.

En su momento algunos de los vapores del Marqués de Olaso pasaron a manos de la referida compañía agrícola ISMAGSA. Finalmente D. Rafael Beca Mateo se hizo con el 50% del capital de ISMAGSA, de esa manera  Rafael Beca aprovechaba algunos antiguos vapores para el transporte logístico de mercancías y a veces pasajeros entre Sevilla y distintos muelles de la Isla Mayor y Menor. Así de esta manera Coria estuvo comunicada con el Puntal (hoy municipio de Isla Mayor) hasta comienzo de 1960 con barquitos ya de hélices y fueloil que usando el “brazo muerto” de los Jerónimos llegaban hasta ese núcleo de población.