F.J.
Barragán de la Rosa
Trabajo
publicado en “Dos Hermanas Feria y Fiestas”pag 26-31 Ayto. Dos Hermanas (2015)
Introducción
En este artículo vamos a hacer una glosa de la única
visita en su vida que Felipe II junto a su corte hizo a Sevilla celebrada con
toda pompa el día 2 de Mayo de 1570 tal como la describe Juan de Mal Lara [1].
La entrada en la ciudad del rey tuvo lugar por la entonces llamada Puerta de
Goles que en adelante por tal motivo pasó a llamarse Puerta Real, y junto a
ella tuvo lugar la entrega de llaves de la ciudad, ritual a través del cual la
ciudad simbolizaba su acatamiento a la autoridad del insigne monarca. La
entrada en Sevilla fue precedida por un desfile de la comitiva real desde la
residencia palacial y de recreo Bellaflor (Aceña de Doña Urraca) situada junto
al rio Guadaira atravesando el campo de Tablada para discurrir por toda la
orilla del Guadalquivir, recorrer el puerto del Arenal y llegar a la citada
puerta de la ciudad. La presencia del rey en Bellaflor durante casi 24 horas
fue un preludio importante de la visita de Felipe II donde tuvo ocasión de ser
agasajado con un almuerzo que le permitió disfrutar de la gastronomía local, la
amenidad de la cuidada finca, del paisaje de la ribera del Guadalquivir y
departir junto a su corte con algunos notables de la ciudad. Por tanto nos va a
interesar particularmente en el preludio de la entrada del rey en Sevilla para seguir
profundizando en la antigua geografía de la franja inmediata entre los términos
municipales de Dos Hermanas y Sevilla, separados por el cauce del Guadaira [2],
recuperando así la memoria de elementos geográficos cuyo recuerdo se ha
olvidado (la Aceña de Doña Urraca al pie del Guadaira, campo de Tablada, molino
de Camargo etc ).
Significado de la llegada de Felipe II para
la Ciudad de Sevilla
La
monarquía hispánica constituía el más importante centro de poder de Europa en
tiempos de Felipe II y Sevilla era una opulenta ciudad, el mayor emporio
comercial y capital del mundo conocido, del antiguo (Europa) y del Nuevo
(América). El acto de recibir a un rey era un acontecimiento de primer orden,
por eso en este caso el recibimiento debía incluir un ceremonial y escenografía
con un colosal despliegue de medios que estuviese en consonancia a la
importancia del rey y de la ciudad. El acto de la entrada del rey en la ciudad
se convertía así en un instrumento de propaganda política, un espectáculo del
poder donde rey y autoridades se exhibían ante la mirada pública que actuaba
como caja de resonancia de su poder para todos los vasallos de la región.
Monarquía y autoridades ciudadanas reafirman su supremacía a través del
ceremonial, que a pesar de la participación masiva del pueblo llano no deja de ser
expresión de una estructura social férrea mente jerarquizada. En el cortejo que
acompaña al rey en su entrada en la ciudad están representados prácticamente la
totalidad de las autoridades laicas y eclesiásticas, el estamento militar y
marino, junto una nutrida representación de las familias más notables. Son
miles de personas engalanadas con las mejores ropas, es una de las principales
puertas de las murallas (Puerta de Goles) jalonada por arquitectura efímera con
arcos triunfales y decorado con tapices, estatuas y otros adornos; está también
un itinerario por las principales calles de la ciudad adornadas con banderas y
estandartes hasta llegar a la Catedral; y a ello se suma la fiesta de la
pólvora representada a través de cientos de arcabuceros y cañones disparando al
unísono desde las orillas del Guadalquivir, y un espectáculo de fuegos en la torre de la Giralda antes de que el rey
culminase la jornada albergándose en la residencia del Alcázar.
Fig. 1 Mapa donde
se representa la ciudad amurallada de Sevilla, el Campo de Tablada(en color
rosado), los riachuelos Tagarete, Tamarguillo (Camarguillo) y río Guadaira y el
itinerario de dos jornadas seguido por Felipe II en su visita a la ciudad. 1Punto
de partida: Monasterio de la Cartuja; 2 Punto de alojamiento en su primera
jornada: Bellaflor; 3 punto de alojamiento tras su desfile y entrada: Alcázar
de Sevilla. El itinerario de las dos jornadas va en línea punteada roja. Desde
la Venta Heritaña hasta la Puerta de Jerez el camino habitual va señalado con
punteado azul, si bien el rey marchó por las orillas del río . En el río
Guadalquivir se señalan los bajos B1 Punta de los Remedios B2 Punta de Tablada B3
Bajos de Tablada B4 Punta del Verde B5 Bajos del Copero. Adaptación hecha sobre
el Mapa IECA 1988015743 (aprox .años 1810-30) con algunos datos del IECA
1988015668 (Canuto Corroza 1857).Ambos mapas de la colección del Instituto
Cartográfico de Andalucía.
Apretada crónica del
itinerario y la entrada en Sevilla del rey Felipe II
El
rey junto con su corte y dos hijos príncipes llega desde Córdoba el sábado 29
de Abril y se aloja en la Rinconada. Al día siguiente domingo de Pentecostés 30
de Abril el rey quiere desplazarse al lugar que ha de acogerlo: Bellaflor (una
hermosa finca de recreo y molino harinero conocido mayormente como Aceña de
Doña Urraca en el límite del término de Dos Hermanas con Sevilla ocupando la
orilla derecha del río Guadaira), pero ese día se pospone el desplazamiento
para dar mayor tiempo a los preparativos y en cambio pernocta en el monasterio
cartujo de Santa María de las Cuevas a orillas del Guadalquivir.
El lunes 1 de Mayo (lunes de
Pentecostés) después de oír misa en el monasterio cartujo empieza su itinerario
(Fig. 1) navegando en barco de remos atraviesa el puerto de Sevilla (el compás
del Arenal entre el puente de Triana y la torre del Oro) de manera lo más
anónima posible, no obstante de manera inesperada le rinden honores con salvas
de pólvora un batallón de arcabuceros apostados en la torre del Oro cuando
descubren su paso. Prosigue por el río y pasa luego un recodo conocido como punta de los
Remedios y a continuación el tramo conocido como los Gordales, dejando a mano
derecha las huertas de Triana y a la izquierda las de Tablada, hasta llegar a desembarca
cerca de la Punta o Rincón de Tablada, siguiendo ahora a caballo. Atraviesa
Tablada en dirección nordeste hasta llegar finalmente a Bellaflor donde tiene
lugar la colación y refrigerio de S.M. junto a su corte. En esta bella finca de
recreo propiedad de los duques de Béjar, situada junto al río Guadaira y tiene a
1/2 legua bajando por ese al Guadalquivir. Bellaflor está llena de variadísimos
árboles frutales y alamedas todo dispuesto como un delicioso jardín, dispone también
de pesquerías y un molino, pero lo más importante de un lujoso palacete
renacentista donde el rey junto a la corte se van a hospedar.
Al día siguiente martes 2 de
Mayo, el rey se dispone ya para hacer su visita a Sevilla en compañía del
cardenal y los dos serenísimos príncipes que llegan a caballo en esa mañana. El
encuentro del Rey con el cardenal y sus hijos se produce bajo un toldo
dispuesto a una distancia prudencial de Bellaflor, allí a 300 pasos de la
cancela de la finca también esperan poco más o menos 300 milicianos de Sevilla
y Triana perfectamente armados y uniformados que tras una reseña le rinden
honores disparando una salva con sus arcabuces. Se inicia desde Bellaflor la
comitiva por tierra hacia Sevilla, observamos ahora al séquito real acompañado
por las referidas cuadrillas de infantería, atravesando Tablada en dirección a
la alcantarilla del arroyo Eritaña junto al molino de Camargo para salvar su
corriente. Inmediatamente pasado el molino de Camargo la comitiva hace un
descanso en un entoldado donde S.M. es saludado por las "justicias"
del Santo Oficio, Audiencia Real, Gobernador del Arzobispado, Jurados del
Cabildo Municipal y Asistente del Reino de Sevilla, todos ellos acompañados por
sus respectivos oficiales y alguaciles. Rinden igualmente allí pleitesía los
Veinticuatros de ayuntamiento de Sevilla (cuyo número es de 56 detentadores de
dichos cargos equivalente a concejales). Allí también saludan y rinden
pleitesía a SM la nobleza de Sevilla y otros notables ciudadanos, junto con el
rector del Colegio (Universidad) de Santa María acompañado por colegiales,
doctores y maestros. También por último le rinden honores un numeroso batallón
de la Santa Hermandad. Todos se unen según un riguroso orden de protocolo a la
comitiva que prosigue su camino marchando ahora por las cercanas orillas del
río Guadalquivir. De tal manera que la crónica señala: "la otra gente que poseía la parte de Tablada, continuando su
apretado escuadrón, se venía aliado de Su Majestad. Yendo por la ribera del río
la corte, haciendo el río mesmo reparo a la otra que estaba de la banda de
Triana, que tanto deseo tenían los unos y los otros de acercarse".
La comitiva continua así hasta
llegar a la Universidad de Mareantes de S. Telmo donde SM entra hace un
descanso y se refresca. Sigue por la banda del río y en las cercanías de la
puerta de Jerez donde hay dispuesto otro toldo rinden pleitesía al rey y se
unen a la comitiva otra partida selecta de autoridades: jueces y oficiales de
los sendos Almirantazgo de Castilla, la Casa de Contratación de Indias y
Consulado de Sevilla. Atraviesa el cortejo, yendo siempre junto a la orilla del
Guadalquivir, el arroyo Tagarete mediante un amplio puente de vigas de madera
construido a propósito, dejando a su derecha la Torre del Oro y entrando en el
espacio del Arenal y Puerto de Sevilla. Ahora una serie de actos subrayan el
marcado carácter naval de la recepción que la Ciudad hace al rey, no en vano
fue preparada y costeada en su mayor parte por la pujante Casa de la
Contratación. El rey se detiene de nuevo se produce una salva de pólvora y
continúa su marcha pasando revista a 50 naos perfectamente aparejadas para una
próxima salida de la Flota de Indias, alineadas y orilladas en la banda de
Triana pero con su proa mirando hacia Sevilla. Allí preside Felipe II una
competición de remo, antes de disponerse a la ceremonia de entrada en la ciudad
propiamente dicha.
Apreciamos en esta ocasión que el
recorrido planificado era diferente, pues lo habitual en otras visitas reales a
Sevilla, los monarcas entraban siempre por la Puerta de la Macarena. Un motivo
de cambio fue en primer lugar resaltar la importancia y revalorización que
tenía el río y el puerto, pues constituía la razón de ser del floreciente
comercio de la ciudad y toda España con Indias. En segundo lugar se buscó ya
dentro de las murallas el itinerario más lucido para este magno cortejo dado el
impedimento de la disposición y estrechez de muchísimas de las calles
sevillanas.
Felipe II se detiene de nuevo,
jura los fueros y se hace entrega de las llaves de la ciudad antes de atravesar
la Puerta de Goles (hoy conocido el lugar como Puerta Real). El rey continua
por la calle de las Armas (actual calle Alfonso XII) y pasando por la plaza del
Duque, Sierpes, San Francisco, continua por la calle Alemanes (actual Hernando
Colón) y entra en recinto catedralicio por la Puerta del Perdón, allí es
recibido ante el Patio de los Naranjos por el Cabildo Catedral y celebra ya en
el interior el rezo de un "Te Deum".
Ahora pasaremos a desglosar la
información que Juan de Mal Lara nos aporta sobre la finca de Bellaflor y el
Campo de Tablada respectivamente, para descubrir elementos de su paisaje en un
momento en que no estaba tan antropizado como en la actualidad.
Fig. 2 Recreación muy
aproximada de la disposición de los molinos de la Aceña de Dña. Urraca (parte
superior Molino del Arzobispo) su acequia (caz o cauce) y a su derecha el río
Guadaira en estado natural. La presa (azuda) de la Aceña serviría de pasadera
en el camino hacia el Copero. El molino de Dña Urraca tendría de 4-6 piedras de
moler con ruedas horizontales más una rueda vertical en la parte que pega a la
orilla para un batán que no se indica en la figura. En las proximidades se
encontraba la Casa Señorial de Recreo llamada Bellaflor que dominaba toda la
finca 1. Figuradamente Río Guadaira 2. Azudas (en el caso del molino del
Arzobispo por debajo se encontraba el puente del Guadaira junto a una torre) 3.
Acequia (Caz o Canal) 4.Tablones reales (compuertas de regulación) 5.
Aliviadero 6. Almacen del agua (balsa) 7. Cubo o cubos con un partidor de agua
o parada (canalejo) para cada piedra de moler 8. Edificio del molino que en el
caso del molino de la Aceña de Dña Urraca debería llevar otra azuda en el
lateral para almacenar más agua 9. Socaz (desagüe)
Descripción de la "casa de placer" de Bellaflor (Aceña de Doña Urraca) donde se alojó Felipe II y el paisaje que le rodea
La llegada del rey por el
Guadalquivir en una lujosa barca de remos a Bellaflor es descrita por Mal Lara
así: "Desta manera pasó S. M. hasta
junto a las huertas que vienen de Bellaflor al río, que es más adelante del rincón de Tablada" .... Allí
llegó el rey a desembarcarse y montando en un caballo morcillo junto con sus
acompañantes todos puestos a caballo fueron entre las huertas y el rio haciendo
camino "hasta que entró en Bellaflor, la cual es una casa de placer,
que se solía llamar Las Aceñas de Doña Urraca y, en poder de la Duquesa de
Béjar, tomó aquel nombre; y ahora es de Don Manrique de Zúñiga, su
hijo." [3]. Mal
Lara sigue describiendo el paisaje que rodea a Bellaflor :"Porque considerando primero el sitio y lugar tan extendido que es
el campo de Tablada, y por aquella
parte irse cortando con el poderoso crecimiento de Guadalquivir, a vista [en
frente]de la sierra[cornisa] fertilísima y partes del Ajarafe, que desde la
vuelta de Merlina [ alquería en terreno de Dos Hermanas] hasta la ermita de
Santa Brígida [en el cerro mirador de Camas] se va extendiendo, vista la abundancia de los diversos ganados que allí
entran, y que los más, o todos, vienen a beber junto a las aceñas de la
casa[de Bellaflor], en una vuelta grande del río y venida de [el río] Guadaira,
que atraviesa toda Tablada, pasando por debajo de la casa[de Bellaflor], y a la
redonda[el Guadalquivir], que con su creciente o rebalaje della hace una tendida tabla de agua, que muy ancha se
muestra para poderse pasear con barcos (barquichuelas) por ella ... ".
“...
Cercándo [a Bellaflor] una fresquísima
alameda y crecidos árboles, que dan compañía y ser a la huerta, que poblada de frutales y repartida con sus
calles, demuestra de grande trabajo para los curiosos hortelanos. Por allí debajo de las casas [palacete y molino de
la Aceña junto a Bellaflor], toda Sevilla se sirve de aquel paso, como llave de
la ciudad para todos los campos que en aquel rincón de Tablada se extienden.
El edificio de la casa parece de fortísimo fundamento, cortado en el mismo río,
con sus patios altos (terrazas) y galerías grandes, de donde se ven aquellos
espaciosos prados y vueltas del gran río, con la hermosa perspectiva de los
navíos y armadas enteras que, a la continua, se registran por la Torre del Oro
y muelle [para llegar al puerto de la ciudad]”. (veáse
la Fig. 2 para hacerse una composición del funcionamiento como molino de las
Aceñas de Dña. Urraca aneja al caserío de Bellaflor)
“
... , entrando por las salas [de la casa], es gran deleite ver cuán acompañadas
de ..[manjares, adornos y muebles], en que se emplea la vista, si no quieren
gozar de lo que naturalmente ofrece el campo y admirable pintura del río, ahora
por la tierra ver diversos trajes de caminantes y muchedumbre de ganados, ahora
por agua el ir y venir de navíos, carabelas y barcas de todo género,
contentando la vista de lejos verdaderos, y de cerca se ofrecen tablas, lienzos
y retratos que al entendimiento dan diversas consideraciones, preguntando o
declarando lo que en cada uno se muestra. No menos el mirador (que cae sobre el
recibimiento que hace Guadaira, que por la parte de levante viene a entrar en
Guadalquivir, para acompañarlo hasta la mar) ¡cuántas partes tiene de vista
deleitosa, así en agua como en tierra! Aquí los vivares [de conejos] hechos artificiosamente para ver presentes los
que en el bosque y dehesa se esconden ..... ; allí los peces del estanque, y la azacaya (noria) y caños que llevan el agua
adonde riegue todo lo que es menester en la huerta. Aquí tienen los aires
gran frescura, templados de parte del río y del campo. Lo que se ve allí y
considera es faltar palabras para declarar el gusto que recibe el que allí se
aparta de los negocios de Sevilla [ ... no hay deleite comparable a] pasear
aquella morada, en donde tenemos, por ahora, a S. M. y toda su corte
reposando".
“Era
menester [en Bellaflor] para una ciudad que se mueve y anda como la corte debe
ser como una ciudad portátil, y que a proporción de la ciudad edificada deben
tener provisión sin que le falte nada" ... Se proveyó de
hacer una grande caballeriza, arrimada a la muralla de la huerta, que corre por
la delantera de la casa, armando un toldo con mástiles grandes de navíos, que
tendrían más de quinientos pasos de largo, y catorce en ancho, con todo lo que
se requiere para arrendar caballos y acémilas, hechas sus pesebreras ..... En
otra parte estaban armadas tiendas muchas, y diversos ranchos, para la guarda
de a pie y servicio de casa".
Sobre el paisaje de Tablada que se observa desde la
altura del edificio de Bellaflor nos interesa destacar que está encuadrado por
una zona donde las mareas del río Guadalquivir penetrando por el Guadaira
forman diversos canales navegables para barcas planas, una marisma dulce, "verde
tabla de agua" (Tablada) donde pastan innumerables rebaños vacunos y
ovinos de los ganaderos de la Ciudad de Sevilla, a los que en ocasiones se ve
marchar hacia Eritaña en ruta al Matadero situado precisamente junto a la
“Puerta de la Carne”. Vemos en Tablada, en el río Guadaira las aguas embalsadas
y almacenadas para accionar los diversos molinos por encima de las Aceñas de
Doña Urraca (último de los mismos). Este agua regulada se aprovecha no tan sólo
para la molienda, sino que permite mantener el riego de numerosas huertas de
esta parte de Tablada. Sabemos que por encima se hallaba el molino del
Arzobispo junto al puente del Guadaira y que desde el molino había una acequia
independiente del río hasta Bellaflor [4] que abastecía al tiempo a demás
huertas y fincas de recreo aledañas. Muy importante es la información de Mal
Lara de que la azuda del palacete y molino de la Aceña era usada como
presa-puente sobre la acequia y el río,
“toda Sevilla se sirve
de aquel paso, como llave de la ciudad para todos los campos que en aquel
rincón de Tablada se extienden". Es decir esa azuda (Fig. 2) a falta
de un puente hacía de camino para Torrecuéllar, El Copero, la Merlina y Coria
del Rio de aquellos rebaños, viandantes y caballerizas que provenían desde
Eritaña (Molino de Camargo) como anteriormente habíamos supuesto.
Fig. 3 Representación
de un trozo del camino que sale de la puerta de Jerez hasta la Venta de
Eritaña. La ruta seguida por Felipe II (paralela a este tramo) iba en cambio
por las orillas del Guadalquivir entre la desembocadura del Tamarguillo y S.
Telmo para mejor seguimiento del público apostado en barcos en el río y los que
se hallaban en la orilla opuesta lo que en los sucesivo sería conocido como
Camino Real del Río. Adaptado sobre el plano de 1777 de la
Carrera de Cádiz a Sevilla […] desde la inmediación del convento de San Diego
hasta la Calzada […] Archivo General de Simancas MPD 22 y 21.
Descripción de Tablada, sus riachuelos y caminos
Es
preciso recordar se llamaba campo de Tablada [5] a toda la llanura de una
extensión de una legua cuadrada que se extendía desde las murallas de Sevilla
que pegaban con la puerta de Jerez y Puerta del Carne (Prado de S. Sebastián)
hasta las riberas inundables del río Guadaira, lo que en algunos mapas aparece
designado como Prados.
Mal Lara nos informa:"Tiene
siempre verde lo llano de Tablada y la
tierra continuamente vestida para el pasto de los ganados que proveen esta
ciudad; donde se ve ermitas, casas, puentes, torres, lugares, arroyos
esparcidos por aquel extendido llano, no hay cosa que le pueda dar mal olor
o la fatigue con la reverberación del sol; visítala la marca del río toda".
Para precisar el paisaje referido cabe indicar la presencia de la Ermita de S.
Benito, S. Bernardo, S.Sebastián y aún la de Valme. Los puentes son
alcantarillas en vaguadas sobre arroyuelos de la misma pradera, siendo el mayor
el Puente del Guadaira junto al molino de igual nombre (llamado también del
Arzobispo) y las torres se deben referir a estas construcciones habituales
junto a los molinos y puentes para su estratégica defensa y servir de refugio
en caso de riadas de las que nos sirve de ejemplo la llamada torre del Guadaira.
Para precisar la geografía de la llanura de Tablada decir
que tres riachuelos la atravesaban. El primero el Tagarete que bordeaba las murallas del este de la ciudad de Sevilla
constituyendo un "foso natural" de las mismas hasta el extremo sur
donde atravesado por un puentecillo junto a la Puerta de Jerez desembocaba al
pie de la torre del Oro en el Guadalquivir. El segundo el arroyo Eritaña (otras veces llamado Juncal por
atravesar ese cortijo con un pequeño afluente Juncalillo), pero sobre todo
conocido de manera indebida como Tamarguillo.
Según hipótesis L Toro Buiza debía llamarse en propiedad Camarguillo pues tomaría
nombre del molino de Camargo [5] desde
el que fluía en un trecho de aprox. ½ km hasta desembocar en un recodo del
Guadalquivir frente a la punta del Convento de los Remedios. Y por último el
riachuelo de mayor caudal: el Guadaira
que desde el puente de La Horadada, donde abandonaba el término de Alcalá,
seguía su curso pasando por el Puente del Guadaira (conocido desde finales del
s. XVIII como de la Pólvora), marcando el límite norte del término de Dos
Hermanas, continuaba hasta el Molino de la Aceña de Dña. Urraca o villa de recreo
de Bellaflor para poco después rendir sus aguas al Guadalquivir frente al
pueblecito de Gelves en la otra orilla de este río [6].
Mal Lara nos da unas indicaciones geográficas
interesantes sobre estos tres riachuelos que atraviesan el campo de Tablada. En
primer lugar que para poder recibir al rey Felipe II que en su camino hacia
Sevilla se dio solución a las estrechas travesías o alcantarillas de los dos
primeros arroyos, "que por Tablada van al río [Guadalquivir]": el
Aritaña y el Tagarete. En el Tagarete
pasando por el lado de la Puerta de Jerez [y llegando] al pie de la Torre del
Oro, "formando puente con gruesos pinos y cubiertos con bastante tierra,
se hizo un ancho camino para la mucha gente que formaba parte de la
comitiva". Asimismo un trabajo semejante se efectuó sobre el arroyo Aritaña “en el molino de Camargo
se trabajó más que en todo, para que lo
que antes era puente y paso angosto, fuese campo, y bastase para sufrir toda la
gente que había de venir por aquella parte". Sobre el rio Guadaira nos dice que sus aguas pasan por "Bellaflor, que
muelen algunas aceñas, con presas de pescados y huertas por ambas bandas, y
puentes, y muchas casas de placer".
Por otra parte sabemos según recoge Alonso Morgado [7] otras
informaciones en época próxima interesantes sobre la parte de Tablada más
próximas a Sevilla (lo que se ha conocido como Prado de San Sebastián). Aunque
el cortejo de Felipe II siguió las orillas del Guadalquivir sabemos que el
camino habitual iba más directamente desde el paso sobre el arroyo
Tamarguillo-Eritaña donde estaba el molino de Camargo hasta la Puerta de Jerez
(siguiendo la actual Avda de Isabel la Católica). En ese camino (Fig. 3) nos
encontrábamos: el Quemadero (aprox. Pabellón de Portugal) lugar
donde quemaban a los herejes "en el poste en el campo de Tablada",
... "situado fuera de la ciudad, delante del convento de San Diego (hoy Casino de la Exposición) cercano a la
Puerta de Jerez" [ ... ] siguiendo [en dirección sudeste] desde el
Quemadero hacia la ermita de S.
Sebastián (hoy Parroquia de S. Sebastián en el Provenir) estaba la Horca de Tablada, lugar donde colgaban
a los criminales. En el campo de Tablada [yendo hacia el sur] está "la
ermita del bienaventurado San Sebastián, que es capilla de la Iglesia Mayor [y
cementerio de canónigos y clérigos]". Por tanto viniendo desde Sevilla
tras el paso por el arroyo doble del Camarguillo (Tamarguillo) y Eritaña se
abrían tres caminos uno en dirección a la Puente
de la Horadada hacia Quinto, otro recto hasta la Puente del Guadaira (de cuya existencia se tiene noticias en 1499 [8],
posteriormente nombrada alcantarilla de la Pólvora) hacia Dos Hermanas y el
último en dirección suroeste hasta el paso
de la Aceña de Dña. Urraca hacia el Copero. Este último es una pasada o
puente-presa, es decir usando la azuda del último gran molino situado sobre el
Guadaira.
Para finalizar, añadir que con la investigación aquí
mostrada queremos restituir y completar el conocimiento paleogeográfico ya
iniciado en una anterior publicación (véase la Revista del 2014) sobre esta
amplia banda de terreno a orillas de los antiguos límites del término de
Sevilla y Dos Hermanas, sin que por ello el tema esté agotado proponiéndonos
aportar nuevos datos en una próxima entrega.
NOTAS
[1] "Recibimiento
que hizo la muy noble y muy leal ciudad de Sevilla a la C.R.M. del Rey D.
Felipe 11" Juan de Mal Lara. Edición de M. Bernal Rodríguez. S. Publicaciones
Un. Sevilla (1992) del término de Dos Hermanas marcado por el cauce.
[2] Véase nuestro anterior artículo “El puente de la Pólvora y las Ventas del río
Guadaira: encrucijada de caminos en el límite del antiguo término de Dos
Hermanas con Sevilla (1839). Geografía antigua de la franja inmediata entre
ambos términos municipales. “Revista de Dos Hermanas. En él nos referimos a los
puentes y molinos del Guadaira que se hallaban en el límite términos
sevillano-nazareno en 1839. A modo de resumen y para corregir algunas
imprecisiones en tal sentido de nuestro anterior trabajo vamos recapitular las
pasadas y molinos sobre el río Guadaira en dicho límite, es decir en la zona
inmediata a su desembocadura en el Guadalquivir. Los tres pasos de caminos
sobre el Guadaira eran al menos entre el s. XIV-XIX: 1) en el camino hacia
Utrera pasando por Quintos el antiguo
Puente de la Horadada que ya ocupaba este lugar desde la época romana (no muy
lejos de la alcantarilla en el sitio de San Juan de los Teatinos para pasar a
la isleta que dejaba la acequia de los molinos de San Juan que se hallaban en
un “asa del Guadaira”) 2) en el camino hacia Dos Hermanas el puente del
Guadaira o de la Pólvora ( hemos de
rectificar si bien en su origen pudo ser de barcas sin embargo desde s. XVIII
al menos era de mampostería) e inmediato a él por encima del curso estaba
el molino del Arzobispo y 3) en el camino a Torrecuéllar, El Copero y Coria
estaba la pasada a través de la presa del molino de la Leña ( en realidad este nombre fue una confusión
en el mapa topográfico de 1918 hoja 984, del nombre correcto sería molino de la
Seña, corrupción del original de molino de la Aceña de Doña Urraca). Por
otra parte los molinos erguidos conforme se baja el río desde donde principia
el límite de términos de Sevilla y Dos Hermanas ( justo en las inmediaciones
del Puente de la Horadada), es decir tras abandonar el término de Alcalá y de
este a oeste, que nos encontrábamos son: 1) San Juan de los Teatinos conocido
también como molino de Tizón (en el cauce del mismo río y propiedad de los Jesuitas ( el pueblo los confundía y llamaba teatinos)
hasta su expulsión en 1767 cuando fue convertido en fábrica y barrena de
cañones); 2) El "asa del Guadaira", una acequia de derivación
artificial en la margen izquierda del río en el que se situaban los tres molinos
de Aljudea, de Torreblanca o de Torre de Doña Blanca y de Menjoar conocido
también como de Mejora o Zapote (en alusión al árbol de igual nombre
originario de las Indias y traído por Colón en uno de sus viajes); 3) el molino
del Arzobispo o del Guadaira (junto a la torre de la Pólvora, puente y molino
de igual nombre posiblemente por dedicarse tras su desamortización a la
fabricación de explosivos. El Molino de Menjoar y del Arzobispo eran propiedad
del Cabildo Catedralicio de Sevilla hasta la Desamortización) y por último 4)
molino de la Seña (conocido como Aceña de Doña Urraca junto al cortijo del
Batán lo que da pie a pensar que este molino harinero llegó a tener un canal
dedicado a batanar pieles o tejidos, o que antes de dejar de funcionar éste fue
el último uso que tuvo)
[3] Se ha confundido
anteriormente en otras publicaciones Bellaflor con el cercano y actual “Jardín
de las Delicias” de Sevilla frente a la Plaza de América del sevillano Parque
de Mª Luisa, pero para nada cuadra esta ubicación con lo que nos cuenta Mal
Lara. Esperamos con este trabajo deshacer la actual confusión.
[4] A.C.S., Secc. Mesa Capitular, Libro de Apeamientos de las posesiones
del Cabildo y Fábrica, 1499(28); p. 231
según se cita textualmente en “LOS MOLINOS
DE LA CATEDRAL DE SEVILLA”. Reyes
Jiménez López. En www.redes-cepalcala.org/ciencias1/arquitectura.../molinos_catedral.htm
[5] "Sevilla
en la historia del toreo". p. 64 L Toro Buiza. Ed. S. Publicaciones Univ. Sevilla
2002.
[6] Según se recoge de la descripción que aparece en el
diccionario Geográfico de Madoz (1849) el límite entre los antiguos términos de
Sevilla y Dos Hermanas se podría perfilar así: El termino de Sevilla se ciñe en
el oeste al rio Guadalquivir, sigue ese curso hasta como 1/2 legua por debajo
de San Juan de Aznalfarache, de forma que por frente de Gelves entra por la
desembocadura del río Guadaira (que discurre al sur de Sevilla) y continúa
contra su corriente "dejando á la derecha el término de Dos Hermanas y
sigue basta la puente Horadada donde linda ya con Alcalá de Guadaira"
(este puente estaría justo por detrás de la actual universidad Pablo de
Olavide)
[7] “Historia de Sevilla” Morgado Alonso (1587) Reedición
J.M. Ariza en Sevilla (1887)
[8] “LEONARDO DE FIGUEROA COMO ALARIFE DE LA CATEDRAL DE
SEVILLA”
FERNANDO CRUZ ISIDORO en Laboratorio de Arte 12 (1999)
171-179
[9] FUNCIONAMIENTO DE LAS MUELAS DE MOLINO EN LOS MOLINOS
DE AGUA
Hola, me ha interesado mucho su artículo pues yo he publicado otro sobre la Bellaflor con mucha documentación inédita en la Revista de Estudios Bejaranos que creo también puede ser de su interés
ResponderEliminarSaludos
Me gustaria saber de su articulo sobre el duque de Bejar en Sevilla. Puede contactar en fcojose56@gmail.com
ResponderEliminarReal Venta de Antequera y otras Ventas de la N-IV Sevilla –Cádiz a la salida de Sevilla
ResponderEliminarVamos a referirnos a las Ventas que había en la carretera a Jerez desde principios del s. XX. Primero nos encontramos con la Venta de Antequera (junto al campo del Betis, antiguo Estadio de la Exposición) tras abandonar este lugar estuvo en sus cercanías la Venta de la Alegría y con otra la Venta del 48, siguiendo el nuevo puente del Guadaira (que actualmente se mantiene) hecho en piedra para la Exposición Iberoamericana unos años antes del 1929. A continuación siguiendo por el Carretera a de Madrid a Cádiz (entonces se había permutado ya su anterior función ganadera con el camino que desde la actual C/ Manuel Siurot seguía recto pasando por Villanueva del Pítamo y luego llegaba a Dos Hermanas, Camino Alto) nos encontrábamos con la Venta Ruiz (frente a la actual gasolinera) a mano izquierda, seguían ya todas a mano derecha la Venta Marcelino y Casablanca (donde el edificio Planeta) unos quinientos metros más adelante la Venta Vega(frente a la Ciudad Jardín Militar), la Venta San José frente al cuartel de Caballería (más o menos allí se situó la Discoteca la Recua en la confluencia de la N-IV con la Vía del tren que partía del Puerto de Sevilla a la altura de Heliópolis había un Puente sobre la vía para dejar paso a los que iban por la carretera del Corpero y luego también otro sobre la vía a la altura de la Discoteca la Recua, finalmente ese se unía en la trasera del cuartel de Artillería con los trenes que desde San Bernardo se dirigían a Cádiz) y la Venta Itálica Isabelina (ya entrando en Bellavista) y luego la nueva Venta de Antequera (entre el desvió a Dos Hermanas y la Carretera Nacional a Cádiz).
De todas ellas por su importancia y funciones destacamos la Real Venta de Antequera que tomó su nombre de su propietario y que jugó un papel muy destacado en la vida social de Sevilla. Carlos Antequera era mozo de espada del matador de toros y criador de reses bravas Antonio Fuentes en la segunda etapa, poco lucida y breve aunque con bastantes corridas en América, de ese torero entre 1911 (fecha de su reaparición) y 1915 (despedida de los ruedos). Carlos Antequera montó una bodeguita frente a la Catedral de Sevilla. Al llegar la retirada definitiva del maestro se permitió comprar los terrenos donde construyó y fundado en 1916 la primera Venta de Antequera junto al Camino de Sevilla Jerez un poco antes del Puente de la Pólvora o Puente del Guadaira paso obligado de entrada de quienes iban o venían de Dos Hermanas o Jerez. Aquel terreno contaba con unos diez u once mil metros cuadrados y se encontraba en el cruce donde empezaba el Camino de los Molinos del Guadaira. Allí daba la vuelta el tranvía en el fin de su trayecto, casi frente al actual Estadio del Betis. Carlos Antequera proyecta allí un lugar para el descanso de viajeros en dirección a Sevilla. Carlos Antequera tenía una gran relación con el mundo taurino y ferial, y además convirtió su venta en fonda para toreros y ganaderos. La venta dispuso de corrales de madera y se convirtió en cobijo de los toros bravos que iban a ser lidiados en la plaza de la Maestranza y de otras reses mansas que se dirigían al Matadero de Sevilla (frente a la puerta de la Carne). La Venta de Antequera era la parada en que se seleccionaban o descartaban los toros antes de las corridas en la Plaza de la Maestranza. Allí se reunió por primera vez la Generación del 27 de ímprobos poetas para preparar ese homenaje a Luis de Góngora gracias a la gestión del diestro Ignacio Sánchez Mejías.
Entre 1927 y 1929 se edificó la nueva Venta de Antequera, fundada por el hijo de Carlos Antequera en su actual ubicación, algo antes del apeadero de tren de La Venta de la Salud (Bellavista).Este lugar se convirtió en poco tiempo en referente del mundo cultural y taurino de la época. El comienzo de la temporada taurina convertía cada año en ese lugar en un punto de encuentro para todos los aficionados. El Sábado de Gloria (hoy Sábado Santo) aparecían por aquí para echar un vistazo al ganado que había llegado el viernes en corrales de trancos de madera desde la anterior parada de los Merinales. El ganado pues se ponía a recaudo en sus corrales, para comenzar la temporada taurina con la corrida del Domingo de Resurrección Pero era en la Feria de Abril cuando su actividad alcanzaba su culmen , el público acudía en masa a ver a los toros y la operación de su encierro, en la venta podían servirse hasta trescientas comidas.
ResponderEliminarA partir del año 1929 con la Exposición Iberoamericana de Sevilla, la Venta de Antequera alcanza su periodo más ilustre. El recinto fue dotado de un carácter más ambicioso, pues se involucraron a los bodegueros de Jerez, quienes construyeran allí sus pabellones promocionales de sus caldos durante Exposición, eran pequeñas bodegas decoradas con azulejos y al gusto andaluz dispuestas alrededor de los corrales de ganado. Cada bodeguero hizo su pabellón a sus propias ideas arquitectónicas, pero luego quedaban en propiedad de la Venta de tal manera que le resultaba rentable en relación a los precios de asentaciénto dentro del recinto ferial de la Exposición Iberoamaricana. Los pabellones construidos fueron siete; los de bodegas González Byass, Domecq, Osborne, Marqués de Mérito, Garvey, Sánchez Romero y Agustín Blázquez. En 1930 se produjo la visita inesperada del Rey Don Alfonso XIII que, según cuentas las crónicas de entonces, quedó tan complacido en su visita que como consecuencia otorgó el título de “Real” a la Venta de Antequera.
How to make money from online gambling with a Paypal
ResponderEliminarYou need to deposit your งานออนไลน์ mobile card from your mobile phone, with this guide you will learn how to make money online. Betting Sites With Cash. You